viernes, 3 de abril de 2009

Viernes de Dolores

Mi abuelita paterna se llamaba Dolores Dávalos Limón, casi nunca hablo de ella, pues no convivia mucho con ella, habia muchas cosas que nos alejaron siempre, a pesar de que vivia mas cerca que mi abuelita Licha.

Ella nació en Encarnación de Diaz, Jalisco, alias La Chona, ella era muy guapa de joven, eso es lo que me cuentan y las fotos lo respaldan, tenia el cabello largo y abundante, de hecho cuando yo era pequeña, y me hacian una trenza, siempre dijeron que mi abuelita tenia dos trenzas del grueso de la mia, osea que tenia muchisimo mas cabello que yo.

Era de tez blanca, como lo es mucha gente de Jalisco, con unas mejillas coloradas, muchos dicen que era por que cuando estaba en el pueblo se robaba los jitomates de la siembra y se los comia con azucar, creo que con eso trataron de convencerme de comer jitomate crudo, pero nunca lo lograron, ni siquiera con limón.

Ella enviudó muy joven, cuando mi papá tenia como 2 años, mi abuelito Rubén era muy morenito, oriundo de Calera de Víctor Rosales Zacatecas, segun palabras de mi abuelita, lo unico que le blanqueaban eran los dientes. El murio a los 32 años, de un infarto, y pues mi abuelita tuvo que hacerse cargo de sus 5 hijos, incluidos mi papa como de 2 años y mi tio Héctor de meses.

Se junto con un señor que queria tener mas hijos y pues mi abuelita tuvo todavia a mis tios Martín y Arturo, ademas de Ernesto que murio muy chiquito, y como mi abue, ya no queria tener mas hijos, lo abandono y se vino a la capital.

Creo que me estoy desviando, lo que quiero platicar es de las cosas que recuerdo de mi abuelita.

A ella siempre le gustaron las cosas dulces, le encantaban las galletas arcoiris, esas que tienen bombon rosa y blanco espolboreadas de coco, decian que le gustaba tomar coca-cola y agregarle azucar, quiza por eso su diabetes se complico mucho.

Recuerdo que muchas veces al estar sentados comiendo, de repente te dabas cuanta de que tu refresco era cada vez menos, y cuando volveabas a ver a tu abuelita, ella te veia con cara de yo no fui.

También recuerdo que ella tenia 42 años durante mucho tiempo, de hecho nunca acepto su verdadera edad, y siempre mentia al respecto, a mi hermano menor, que no se por que razon, siempre le decia que era su tía Lola, le decia que si era su tía por que asi, yo creo, se sentia mas joven jaja.

Pero lo que mas recuerdo eran los viernes de dolores, supuestamente ella nacio un viernes de dolores, y creo que nadie recuerda el dia exacto, simplemente festejabamos ese día, y aunque ella ya no era de la religión católica, lo seguia festejando.

Ese día era clasico que llegabamos todos los hijos y nietos, aunque a mis hermanos y a mi no nos gustaba por que mi prima Iliana, no dejaba que nuestos demas primos jugaran con nosotros a mi me gustaba ir por la comida. Por ser vigilia, solo eran cosas que no tuvieran carne, asi que habia tortitas de camaron con mole, chiles rellenos de queso, arroz, y supongo que otras cosas.

Como todos los niños a mi no me gustaba nada, pero me obligaban a comer, y generalmente me hacian comer mucho, por lo cual al llegar el postre ya no tenia ganas de comer.

El postre era Capirotada, segun entiendo es un postre típico de Zacatecas, o por lo menos eso es lo que a mi me dijeron, su preparacion consiste en bolillo remojado en piloncillo con canela, con chochitos, coco rallado, pasas, almendras, cacahuate, y otras cosas que no recuerdo, a mi siempre se me antojo, pero como me habian hecho comer mucho casi nunca la probe, es una de las cosas que mas recuerdo y que ya de grande y despues de que fallecio mi abuelita, le pedi la receta a una de mis tias y la intentamos hacer en casa.

El olor era muy rico, el sabor era parecido a un rol de canela bimbo, solo que calientito y con un ligero sabor a coco. En mi familia era clasico, aunque mis tios casi siempre se lo acababan, junto a una buena taza de cafe.

Así que hoy festejo el Viernes de Dolores como si fuera cumpleaños de mi Abue, no voy a comer capirotada, y quien sabe si algun día volveré a probarla, pero recuerdo que es una de las cosas más significativas de mi vida junto a mi abue, de la verdadera vida familiar y de esas cosas que se me vienen a la mente cuando me llega el olor a la canela y piloncillo.

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