En la vida he dicho 3 veces Te amo, bueno a 3 personas diferentes, en diferente momento, pero cada una ha valido la pena.
A dos se los he dicho con palabras, a otra más con miradas, con detalles aunque viendo hacia atrás creo que debí decírselo.
Hoy hablaré de la primer persona a quien se lo dije, el primero. Ya antes he hablado de él, no siempre cosas lindas, no siempre con amor ya que él provoca muchos sentimientos, felicidad, enojo, ira, celos, y un largo etc.
A ARO lo conocí un 11 de mayo del 2003, yo cursaba el segundo semestre de la carrera, él hacía su servicio social en el departamento de informática, mmm pensándolo bien, tengo una fuerte tendencia hacia los hombres que tienen que ver con las ciencias informáticas, ingenierías etc.
Desde el primer momento que se cruzaron nuestras miradas hubo un clic, y cuando sus manos tocaron mis hombros por error, hubo esa chispa, ese vuelco al corazón, ese estremecer, esa piel chinita que yo francamente pensé que no existía.
No me voy a hacer la mártir ni la niña buena, él tenía novia, yo lo sabía pero aún así no dejé de hablarle e intentar. Aunque al principio una "amiga" creyó tener el derecho sobre él por que creía haberlo visto primero, aunque para él, ella no existía.
Así pasaron los días, me salía de clase para ir a platicar con él, me escapaba en las horas libres, me asomaba al estacionamiento o al pasillo para ver si había llegado y si había ido a verme. No había tenido ningún Novio en la superior, según yo iba a concentrarme en la escuela, pero la conexión que tuve desde un principio con él fue, casi mágica o por lo menos así lo veíamos.
Recuerdo todo cuanto paso y una sonrisa llega a mi cara, la misma que mis amigas veían cuando llegaba a verme al salón.. "es increíble como llega, se asoma y se le ilumina la cara con esa gran sonrisa cuando te ve" me decían ellas, no solo yo lo veía y sentía, los demás se daban cuenta.
Yo sabía que yo era la otra, no me importaba por que cuando estaba conmigo realmente estaba.
Perder el aliento con sus besos, tener los labios rojos de tanto besar, no poder parar, que me llevara a la luna con solo una mirada uff, desde que comenzamos a "andar" me enamoré perdidamente de él, a los tres meses me pidió fugarme, y aunque acepte al final no lo hice, inseguridad, él hecho de que yo era muy joven y muchos etc., nunca más volveré a amar como a él, a pesar de tantas cosas que sucedieron, a pesar de los problemas y sin sabores, todo cuanto aprendí de él fue maravilloso.
Cortamos, nos alejamos, regresamos para ser ahora una real pareja, aprender a amar en cuerpo y alma, tres años de estar juntos, los mejores de mi vida hasta ese momento, realmente pensé que era por siempre, pero el destino determinó que no, ni modo, pero guardo los mejores momentos, además de ganar su amistad incondicional, el tenerlo presente y que me tenga de apoyo en momentos y situaciones que nuestras respectivas parejas no pueden comprender, contarnos nuestros triunfos y fracasos, saber que contamos el uno con el otro, poder tocar cualquier tema sin pensar en algún enojo, eso fue lo que gané.
Ahora debo decir adiós, tuvimos que poner tierra de por medio, él cambia de ciudad, tal vez no lo vuelva a ver, ya que ambos emprendemos nuevos proyectos y nuevas vidas con nuestras parejas. Tal vez sea mejor, no creo soportar la idea de verlo casándose, y sé que el siente lo mismo.
El duro dejar ir a alguien a quien quieres, es difícil verlo crecer y ver que tu te quedas atrás, pero lo más importante es disfrutar a las personas que el destino pone en tu camino el tiempo que deba ser, con él aprendí muchas cosas, gracias a él soy una mejor persona, las risas y el llanto me hicieron la persona que soy hoy, esa persona que el hombre que tengo a mi lado ama, respeta y desea.
ARO deja en mi una parte del mismo tamaño de la que yo dejo en él, esperando tener noticias aunque sea por teléfono, saber que él está bien y yo estar bien. Gracias por todo aquello que me diste, hay algo de melódico en tu fantasía, un toque de misterio sin limite, conservo algún deseo que no debería, a todos nos ocurre la monotonía, nos gana la batalla alguna vez, por eso vida mía por el día a día, por enseñarme a ver el cielo más azul por ser mi compañero y darme tu energía, no cabe en una vida mi gratitud, por aguantar mis malos ratos y manías, por conservar secretos en ningún baúl, quiero ser por una vez, capaz de ganar y de perder....
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