martes, 19 de febrero de 2013

Pocos hombres

Cumplir una promesa, es tan difícil, más cuando hoy en día tomamos tan a la ligera dar nuestra palabra a alguien.

Yo he tenido muy malas experiencias y más tratándose de hombres que te prometen algo.

El primero, como siempre mi padre, quien cuando yo tendría escasamente 6 años, me hizo  dejar en una mudanza, mi muñeca Negrita porque sufrió un accidente por lo cual tuvo una herida en su pancita y todo el relleno de bolitas de unicel se le salía, por lo cual me prometió que cuando llegáramos a la nueva casa, me compraría otra... de eso tuvieron que pasar más de 20 años, para que hace apenas 1 me la repusiera. Tarde pero seguro diría él.

Así puedo seguir con una lista larga de amores quienes en algún momento me prometieron estar conmigo el resto de mi vida y pues nada, solo uno lo está cumpliendo.

Pero bueno, hay una promesa especial que sí me cumplieron, el motivo de este post, la promesa que me hizo un gran amigo, quien hoy cumple años y que quiero compartir.

Allí estaba yo, primer semestre, la escuela, CECYT 13 Ricardo Flores Magón, salón 118. Inmediatamente hice amistad con Lety, Betty y Miriam. Todas veníamos de una secundaria en la cual habíamos dejado muy pocas amistades, decididas a dejar eso atrás nos propusimos conocer gente y divertirnos.

El grupo en el que estábamos era unido, recuerdo mucho cuando jugaban fútbol  de hecho como olvidad el: "No se lo pasen al pasto" (el pasto, Norberto, alto, muy algo y vestido de verde, no jugaba muy bien jaja)

Bueno, había varios chicos guapos en el salón pero no sé porqué extraña razón, nunca los vimos como prospectos.

Bueno, uno de estos chavos, Jonathan, morenito, cabello chino, ojos color miel, uff guapísimo; ¿qué recuerdo de él? Su playera de Green Bay, que le iba al necaxa y que a mitad del semestre dejó de ir a clases. Imaginamos que ya no le gustó la escuela y pues que no lo volveríamos a ver.

Nosotras continuamos con el semestre, con los suficientes problemas como para ocuparnos de otras cosas, mis problemas con Álgebra pero gracias a el maestro que teníamos, pasé de panzaso pero pasé.

Y de repente sin imaginarlo, Jonathan regresó. No sé si todo lo que recuerdo es obra de lo que sucedió realmente o ya lo que recuerdo es obra de mi imaginación, pero en fin, regresó y medio nos contó que por problemas familiares no había podido asistir, a nosotras  siempre preocupadas por los demás, decidimos ayudarle en lo que pudimos para que pasara sus materias. No se cuanto pudimos ayudarle, el punto es que presentó sus últimos exámenes.

Se acercaba Navidad, las vacaciones, teníamos un intercambio en el salón y la prefecta nos había llenado de nostalgia y melancolía, nos había felicitado, según ella éramos su mejor grupo, y nos hizo unos pequeños regalos, silbatos y colación, con lo cual, el amor estaba en el aire e hicimos una coperacha para regalarle unas flores y chocolates.

De repente, John nos llamó al frente del salón, mientras esperábamos el intercambio, creo, nos juntó a Lety, Bety y a mí, y sin que por lo menos yo lo esperara, nos hizo la más hermosa promesa que jamás nadie me había hecho.

Nos agradeció el haberle ayudado y nos dijo que por nosotras, iba a pasar sus ETS, para que el próximo año estuviera nuevamente con nosotras.

Después del llanto que seguramente acompañó dicho momento de mi parte, yo la verdad no creí que eso sucediera, no pensé que realmente iba a cumplir esa promesa.

Pero al regresar de vacaciones, al inicial el semestre, descubrimos con gran emoción y agrado, que en efecto Jonathan, no sé en cuantas rondas, había pasado la mayoría de las materias, de hecho las suficientes para poder inscribirse.

Nadie en el mundo, hasta ese momento, me había prometido algo y lo había cumplido, aunque la promesa no me afectaba directamente a mí, me dió un gusto enorme que lo hubiera logrado por él y solo para él.

A partir de ahí hicimos una gran amistad, lo único malo es que no quedó e nuestro salón y como se la pasaba con nosotras no entraba a sus clases :( y al siguiente semestre no nos prometió nada y no pasó jajaja

Bueno, pues con este recuerdo, y el hecho de que volví a encontrar a Jonathan, quiero felicitarlo públicamente, gracias al destino que lo volvió a poner en mi camino, me dió tanto gusto encontrarlo y pues esperemos no perder el contacto.

Felicidades!! que cumplas muchos años más... 

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