martes, 2 de septiembre de 2014

Embarazo no deseado

Hace un rato caminando por calles de Iztapalapa, vi a una niña con uniforme de secundaria técnica cargando un bebé, me acerqué y le dije: ¡qué bonito bebé!, ¿es tu hermanito? y me respondió con una cara de "osea, que pendeja" ¡es mi hijo!

Yo sé que no debería escandalizarme, pero definitivamente como sociedad hemos perdido el enfoque.

En mis tiempos, es decir hace unos 15 años cuando estudiaba en la secundaria, era mal visto que las niñas de mi generación quedaran embarazadas, es más, los mismos padres las retiraban de las escuelas hasta que dieran a luz. Para las demás niñas, nos parecía que ellas de repente habían crecido y se habían vuelto señoras, es decir que ya no volverían a la escuela normal, porque generalmente los padres decidían que trabajaran o bien se hicieran cargo de los niños. Sus prioridades cambiaron en el mismo momento que les confirmaron un embarazo.

Obviamente trataban que el padre del hijo se hiciera cargo, trabajara, los casaban y de repente cambiaban de ser hijos de familia a ser responsables de una familia.

La verdad no sé que fue de esas pocas niñas que se embarazaron, de algunas supe que antes de los 20 tenían 2 o más hijos, obviamente si trabajaban era en fábricas o cosas que no requerían formación profesional, lo que provocaba bajos sueldos y ciertas carencias, más si los padres no los apoyaron, porque en esa época, quedar embarazada representaba defraudar a tus papás por lo cual te castigaban con ello.

Personalmente, recuerdo una advertencia de mi madre, quién me dijo que no me ayudaría ni cuidaría a mi hijo si me embarazaba chavita, porque si esa era mi decisión, tendría que afrontarla, cuidarlo y trabajar, porque mientras estuviera bajo su techo, tendría su apoyo, pero al fallarles todo eso cambiaría. Yo obviamente lo creí y lo cumplí, porque no quería dejar la escuela, además a mí no me llegó ningún "amor calenturiento".

Hasta recuerdo que en la escuela nos hacían cuidar un huevo, como si fuera nuestro hijo, cotizar pruebas de embarazo, visitas al médico, parto, hospitalización, pañales, leche, ropa, etc, para de alguna manera, ver lo que representaba y frenar a los estudiantes a tener relaciones y embarazos no deseados o bien enfermedades.

Por lo menos con mis amigos y yo, funcionó, yo no quería crecer tan pronto y puedo decir que disfrute de mi adolescencia plenamente, con cosas que hacen los jóvenes normales.

Actualmente parece que cambiaron los papeles, ahora son mal vistas las niñas que no han tenido relaciones o que no tienen un hijo al que cuidar, cuando en realidad son las abuelas las que los cuidan, las que los educan, dejando sin consecuencias que la hija o hijo haya tenido relaciones. Y no, no es normal, ¿qué pasa con los padres que son tan permisivos? ¿qué pasa por la cabeza de los adolescentes? siguen viviendo una vida sin consecuencias, por eso no crecerán, no se harán responsables y habrá una siguiente generación que no fue educada, que tendrá más permisos y serán más irresponsables, porque los padres de estos no conocieron los límites, entonces habrá más problemas en la familia, que desde ahora esta fragmentada.

Estoy de acuerdo, no es una regla, hay excepciones de chavitas que salen adelante con o sin apoyo de sus padres, parejas de chavitos que crecen y se hacen padres ejemplares a pesar de no haber tenido esos ejemplos, así como hay familias de padres y madres que siguen siendo estrictos en la educación de sus hijos, personalmente caigo en esta categoría y considero que definitivamente la base de una buena educación es el apoyo, comunicación y marcar los límites, ya que de lo contrario, sin ellos, somos menos que salvajes.